viernes, 18 de febrero de 2011

Un kiosco de quejas

A pocos días de la desaparición total del viejo sistema de pago del transporte público de pasajeros, aún siguen siendo muy pocos y muy concentrados los lugares donde puede recargarse la Tarjeta Urbana.
La inversión que deben hacer los comerciantes, en una computadora y línea teléfonica, y la escasa comisión que reciben parecen ser las causas de esta situación.
Juan Carlos Calandrini, kiosquero de la zona del Hospital Italiano, adelantó que pedirán una reunión con el subsecretario de Gobierno, Andrés Ombrosi, para plantearle la necesidad de un aumento en la comisión, que actualmente es del 1%.

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